La Barquita “se seca” bajo un sol radiante que ilumina la miseria
SANTO DOMINGO. El sol no pudo estar más radiante este lunes en Santo Domingo Este y los residentes de La Barquita lo aprovecharon para lavar la ropa que se había mojado en los últimos aguaceros; para abrir las ventanas y dejar que penetren sus rayos y se evapore la humedad de los colchones, donde algunos no habían vuelto a dormir desde la semana pasada.
Hoy el ambiente en La Barquita ha pasado de la lluvia al polvo en las calles, y su gente hace filas en los consultorios móviles y dispensarios de medicina, que ha instalado el Ministerio de Salud Pública.
Vanesa García, residente de La Barquita, acudió esta mañana con su hija a aprovechar el operativo y dijo que nunca habían recibido una ayuda similar, donde las personas además de las consultas médicas, reciben los medicamentos.
De su lado, Martha Contreras aseguró que nunca había ido al médico a atender sus problemas en la piel, adquiridos luego de pasar hasta cinco días con los pies sumergidos en agua contaminada.
En la calle principal y los callejones del sector, no se observaba ya la basura arrastrada por el río Ozama, por el contrario, sus residentes colocaban en las esquinas principales las que habían sacado de sus viviendas, que fueron recogidas de inmediato por un pequeño camión del ayuntamiento.
Los motoconchistas aguardaban a la salida de algún pasajero en la entrada del sector, las amas de casa compraban los alimentos para preparar la comida del mediodía y a algunos les quedaba tiempo para hacer una parada en el billar de la calle principal.
Mientras esto sucedía, el señor Domingo Contreras, residente del callejón tres desde hace 27 años, se ponía medias y botas negras, entregadas por el Gobierno este domingo, para revisar su vivienda, una de las pocas que permanecían inundadas por el agua.
“No estoy de acuerdo con que no vengan casa por casa a apuntar a uno, donde primero se mete el río y donde dura más para bajar”, expresó Contreras al hablar de la ayuda recibida del Plan Social de la Presidencia y el Ministerio de Salud Pública.
Precisó que sus vecinos deben ser más concientes a la hora de anotarse para la ayuda, ya que los que menos la necesitan la acaparan toda.
Dijo que la solución a ese problema es que las autoridades visiten cada vivienda y del mismo modo entreguen los alimentos y demás ayudas.
Los residentes en esta zona no tendrán que temer a una nueva crecida del río durante los próximos tres días, por el pronóstico de la Oficina Nacional de Meteorología de pocas lluvias, sin embargo, ya se han acostumbrado a tener todo listo para una repentina evacuación, aún cuando el cielo está soleado.
Hoy el ambiente en La Barquita ha pasado de la lluvia al polvo en las calles, y su gente hace filas en los consultorios móviles y dispensarios de medicina, que ha instalado el Ministerio de Salud Pública.
Vanesa García, residente de La Barquita, acudió esta mañana con su hija a aprovechar el operativo y dijo que nunca habían recibido una ayuda similar, donde las personas además de las consultas médicas, reciben los medicamentos.
De su lado, Martha Contreras aseguró que nunca había ido al médico a atender sus problemas en la piel, adquiridos luego de pasar hasta cinco días con los pies sumergidos en agua contaminada.
En la calle principal y los callejones del sector, no se observaba ya la basura arrastrada por el río Ozama, por el contrario, sus residentes colocaban en las esquinas principales las que habían sacado de sus viviendas, que fueron recogidas de inmediato por un pequeño camión del ayuntamiento.
Los motoconchistas aguardaban a la salida de algún pasajero en la entrada del sector, las amas de casa compraban los alimentos para preparar la comida del mediodía y a algunos les quedaba tiempo para hacer una parada en el billar de la calle principal.
Mientras esto sucedía, el señor Domingo Contreras, residente del callejón tres desde hace 27 años, se ponía medias y botas negras, entregadas por el Gobierno este domingo, para revisar su vivienda, una de las pocas que permanecían inundadas por el agua.
“No estoy de acuerdo con que no vengan casa por casa a apuntar a uno, donde primero se mete el río y donde dura más para bajar”, expresó Contreras al hablar de la ayuda recibida del Plan Social de la Presidencia y el Ministerio de Salud Pública.
Precisó que sus vecinos deben ser más concientes a la hora de anotarse para la ayuda, ya que los que menos la necesitan la acaparan toda.
Dijo que la solución a ese problema es que las autoridades visiten cada vivienda y del mismo modo entreguen los alimentos y demás ayudas.
Los residentes en esta zona no tendrán que temer a una nueva crecida del río durante los próximos tres días, por el pronóstico de la Oficina Nacional de Meteorología de pocas lluvias, sin embargo, ya se han acostumbrado a tener todo listo para una repentina evacuación, aún cuando el cielo está soleado.