En huelga de 1966, el Ingenio Barahona sufrio pérdidas millonarias
Por: Juan Francisco Matos
BARAHONA. El ingenio Barahona sufrió pérdidas millonarias, producto de una huelga de "brazos caídos" decretada por sus trabajadores el 3 de enero de 1966, la cual se extendió por varios días y mantuvo en expectativa a los residentes en esta provincia, Baoruco y Pedernales, localidades que dependían económicamente de la empresa azucarera local.
Esa vez, los trabajadores en huelga se mantuvieron concentrados en la explanada situada entre las oficinas principales del central azucarero y la entrada a la factoría por el portón contiguo a la Casa de los Celadores.
En la jornada de lucha, los obreros del central barahonero reclamaban de las autoridades del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la igualdad salarial con los niveles que en ese entonces mantenían los trabajadores del Central Río Haina.
Este movimiento huelgario fue organizado por nativos barahoneros, entre los que figuraron, Ángelmiro Novas (Solito), Rafael Pineda (El Puya) y Quico Mancebo, ya fallecidos.
Además, se encontraban otros ciudadanos que tuvieron destacada participación en la Revolución de Abril de 1965, que lideró el extinto ex coronel del Ejército Nacional, Francisco Alberto Caamaño Denó.
Se recuerda que todos los excombatientes constitucionalistas, así como otros barahoneros, pasaron a formar parte de los gremios, que eran muy pocos, que funcionaban en el ingenio Barahona, a los cuales se les proveyó de carnés.
Más luego, estos gremios fueron destruidos por la represión desatada por los organismo de represión del Estado, que ya era representado por el extinto Joaquín Balaguer, quien se hizo del poder mediante una elecciones fraudulentas contra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que postuló como candidato presidencial al también extinto, profesor Juan Bosch.
Luego Balaguer autorizó la formación de "gremios amarillos" dirigidos por adeptos al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), por lo que la Secretaría de Trabajo quitó la personería jurídica a algunos de los sindicatos azucareros que representaban seguidores del PRD, desatándose una represión oficial contra sus dirigentes.
BARAHONA. El ingenio Barahona sufrió pérdidas millonarias, producto de una huelga de "brazos caídos" decretada por sus trabajadores el 3 de enero de 1966, la cual se extendió por varios días y mantuvo en expectativa a los residentes en esta provincia, Baoruco y Pedernales, localidades que dependían económicamente de la empresa azucarera local.
Esa vez, los trabajadores en huelga se mantuvieron concentrados en la explanada situada entre las oficinas principales del central azucarero y la entrada a la factoría por el portón contiguo a la Casa de los Celadores.
En la jornada de lucha, los obreros del central barahonero reclamaban de las autoridades del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la igualdad salarial con los niveles que en ese entonces mantenían los trabajadores del Central Río Haina.
Este movimiento huelgario fue organizado por nativos barahoneros, entre los que figuraron, Ángelmiro Novas (Solito), Rafael Pineda (El Puya) y Quico Mancebo, ya fallecidos.
Además, se encontraban otros ciudadanos que tuvieron destacada participación en la Revolución de Abril de 1965, que lideró el extinto ex coronel del Ejército Nacional, Francisco Alberto Caamaño Denó.
Se recuerda que todos los excombatientes constitucionalistas, así como otros barahoneros, pasaron a formar parte de los gremios, que eran muy pocos, que funcionaban en el ingenio Barahona, a los cuales se les proveyó de carnés.
Más luego, estos gremios fueron destruidos por la represión desatada por los organismo de represión del Estado, que ya era representado por el extinto Joaquín Balaguer, quien se hizo del poder mediante una elecciones fraudulentas contra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que postuló como candidato presidencial al también extinto, profesor Juan Bosch.
Luego Balaguer autorizó la formación de "gremios amarillos" dirigidos por adeptos al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), por lo que la Secretaría de Trabajo quitó la personería jurídica a algunos de los sindicatos azucareros que representaban seguidores del PRD, desatándose una represión oficial contra sus dirigentes.