Barahona vivió momentos de tensión cuando Echavarría derrocó a Balaguer, en 1962
Los carros de combate del E.N. que pasaron por esta esquina el 16 de enero de 1962, fueron observados por el autor de este trabajo, cuando apenas tenía 15 años de edad.
Por: Juan Francisco Matos
BARAHONA. En las primeras horas de la mañana del 16 de enero de 1962, muchos barahoneros observaban asombrados el transitar de varios carros blindados (tanques de guerra y carros de asalto) del Ejército Nacional que bajan por la entonces calle Uruguay, desde donde operaba la antigua oficina de CODETEL.
En ese entonces, este periodista que apenas contaba con 15 años y su amigo, Ignacio Pérez Féliz (ya fallecido), de 14 años, quienes se dirigían hacia la parte arriba de la mencionada calle, tras haber estado un rato jugando en el malecón de la avenida Enriquillo, fueron testigos de la acción de la que la mayoría de los ciudadanos desconocían su origen.
Al llegar a la esquina formada por la calle uruguay con Duvergé, el ahora informador público y su amigo se detuvieron allí, para observar los carros blindados que iban bajando, dejando sus huellas de sus cadenas incrustadas en el pavimento de la vía.
Luego la población se enteró de que el general piloto, Rafael Ramón Rodríguez Echavarría había dado un golpe de Estado contra el gobierno remanente del trujillato que encabezada Joaquín Balaguer, quien se vio obligado a refugiarse en la Nunciatura Apostólica de San Santo Domingo, desde donde a las pocas horas , partió hacia un pías extranjero en calidad de exiliado.
De inmediato Echavarría, que tan solo duró tres días en el poder, siendo sustituido por un Consejo de Estado encabezado por el extinto, Rafael F. Bonelly, decretó el toque de queda en todo el territorio nacional de seis de la tarde a seis de la mañana.
"Llamamos al pueblo a mantenerse tranquilo en sus casas. Los políticos ya se las entenderán", fue una de las expresiones del general Echavarría, cuando en esa ocasión se dirigió a la ciudadanía por la emisora oficial.
Ese mismo día, los militares golpistas ametrallaron una multitud que se había reunido en la plaza Independencia, hoy Parque Independencia, cayó abatido el maestro de sastrería nativo de Barahona, José Pío Varona Beltré, quien en ese entonces tenía 45 años de edad.
Este valente barahonero tenía una sastrería en la calle Palo Hincado de la ciudad capital, donde se había instalado hacía varios años.
"Esa vez, los barahoneros vivimos momentos dificiles, porque la población, en especial los políticos, temían por sus vidas debido a que los militares golpistas eran capaz de cualquier cosa", comentó el señor Agapito Santana Roa, quién fue una de las personas que también presenció los tanques de guerra, cuando bajaban por la calle Uruguay.
Se recuerda que a los tres días de estar en el poder, Echavarría fue hecho prisionero en el club de Oficiales de las Fuerzas Armadas, por un grupo de militares encabezados por el entonces teniente del Ejército Nacional, Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien tres años después organizó la Revolución del 24 de Abril de 1965, que dio al traste con el gobierno de facto de Donald Reid Cabral (ya fallecido).
Cuando estalló la Revolución, Fernández Domínguez se encontraba en Puerto Rico, desde donde entró al país de manera clandestina en una piloteada nada más y nada menos, que por Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien en esa ocasión se puso adel lado del pueblo.
Días después, Fernández Domínguez cayó abatido junto al instructor de los hombres rana, el italiano Illio Capozzi, el civil Juan Román, entre otros combatientes constitucionalistas, cuando intentaron inutilmente asaltar el Palacio Nacional que era defendido por las tropas de ocupación norteamericanas.
BARAHONA. En las primeras horas de la mañana del 16 de enero de 1962, muchos barahoneros observaban asombrados el transitar de varios carros blindados (tanques de guerra y carros de asalto) del Ejército Nacional que bajan por la entonces calle Uruguay, desde donde operaba la antigua oficina de CODETEL.
En ese entonces, este periodista que apenas contaba con 15 años y su amigo, Ignacio Pérez Féliz (ya fallecido), de 14 años, quienes se dirigían hacia la parte arriba de la mencionada calle, tras haber estado un rato jugando en el malecón de la avenida Enriquillo, fueron testigos de la acción de la que la mayoría de los ciudadanos desconocían su origen.
Al llegar a la esquina formada por la calle uruguay con Duvergé, el ahora informador público y su amigo se detuvieron allí, para observar los carros blindados que iban bajando, dejando sus huellas de sus cadenas incrustadas en el pavimento de la vía.
Luego la población se enteró de que el general piloto, Rafael Ramón Rodríguez Echavarría había dado un golpe de Estado contra el gobierno remanente del trujillato que encabezada Joaquín Balaguer, quien se vio obligado a refugiarse en la Nunciatura Apostólica de San Santo Domingo, desde donde a las pocas horas , partió hacia un pías extranjero en calidad de exiliado.
De inmediato Echavarría, que tan solo duró tres días en el poder, siendo sustituido por un Consejo de Estado encabezado por el extinto, Rafael F. Bonelly, decretó el toque de queda en todo el territorio nacional de seis de la tarde a seis de la mañana.
"Llamamos al pueblo a mantenerse tranquilo en sus casas. Los políticos ya se las entenderán", fue una de las expresiones del general Echavarría, cuando en esa ocasión se dirigió a la ciudadanía por la emisora oficial.
Ese mismo día, los militares golpistas ametrallaron una multitud que se había reunido en la plaza Independencia, hoy Parque Independencia, cayó abatido el maestro de sastrería nativo de Barahona, José Pío Varona Beltré, quien en ese entonces tenía 45 años de edad.
Este valente barahonero tenía una sastrería en la calle Palo Hincado de la ciudad capital, donde se había instalado hacía varios años.
"Esa vez, los barahoneros vivimos momentos dificiles, porque la población, en especial los políticos, temían por sus vidas debido a que los militares golpistas eran capaz de cualquier cosa", comentó el señor Agapito Santana Roa, quién fue una de las personas que también presenció los tanques de guerra, cuando bajaban por la calle Uruguay.
Se recuerda que a los tres días de estar en el poder, Echavarría fue hecho prisionero en el club de Oficiales de las Fuerzas Armadas, por un grupo de militares encabezados por el entonces teniente del Ejército Nacional, Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien tres años después organizó la Revolución del 24 de Abril de 1965, que dio al traste con el gobierno de facto de Donald Reid Cabral (ya fallecido).
Cuando estalló la Revolución, Fernández Domínguez se encontraba en Puerto Rico, desde donde entró al país de manera clandestina en una piloteada nada más y nada menos, que por Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien en esa ocasión se puso adel lado del pueblo.
Días después, Fernández Domínguez cayó abatido junto al instructor de los hombres rana, el italiano Illio Capozzi, el civil Juan Román, entre otros combatientes constitucionalistas, cuando intentaron inutilmente asaltar el Palacio Nacional que era defendido por las tropas de ocupación norteamericanas.