Aparte de estar abandonada, la Escuela de Sordomudos de Barahona, a sido convertida en chiquero de vacas


Por: Juan Francisco Matos

El desmantelado edificio donde funcionó la Escuela de Sordomudos de Barahona que se encuentra en completo estado de abandono desde hace dos años, ha sido convertido en un chiquero de vacas, en tanto, una parte del patio está convertido en una montaña y otra sirve de pasto a los referidos animales.

Las vacas allí tienen suficiente alimento, se protegen del candente sol debajo de los árboles y cuando llueve torrencialmente se concentran en el interior del edificio que no tiene puertas ni ventanas, para no mojarse.

Las puertas y ventanas fueron todas sustraídas por desconocidos, así como parte del techado de asbesto y del mobiliario de la edificación, ubicada en la calle Cayo Báez del sector 30 de mayo, a pocos metros de la Dirección Regional Sur de la Policía.

Allí recibían educación 82 niños y adolescentes sordomudos, procedentes de Barahona, Baoruco, Pedernales e Independencia, quienes por la falta del local llevan casi dos años fuera de clases y para mala suerte, ninguna de las autoridades de las instituciones del gobierno, incluyendo las del Ministerio de Educación. no se conduelen de esos pobres discapacitados.

Residentes en el 30 de Mayo dicen no explicarse cómo ese edificio fue desmantelado por ladrones, estando la policía tan cerca del mismo.

Allí laboraban tres profesores: Bethy Aquino, Ariany Olivero y Josefa Marmolejos, quien a la vez fungía como directora de la referida escuela.

La Asociación de Padres y Amigos del centro educativo, así como religiosos católicos y protestantes, comerciantes, juntas de vecinos, comités de amas de casa, sindicatos, estudiantes, profesionales, entre otros sectores que hacen vida en el Suroeste, se han dirigido por diferentes vías al licenciado Melanio Paredes, ministro de Educación, solicitandoles que recupere la Escuela de Sordomudos, pero el funcionario nunca ha dado una respuesta sobre el asunto.

Muchas personas de las que residen próximo a la abandonada escuela, coinciden en que la misma, aparte de ser un chiquero de vacas, también sirve de guarida a delincuentes, a pesar de estar tan próxima al cuartel general de la Policía.

"Mi hijo perdió el pasado año escolar y el actual, y no se sabe cuantos más verá pasar por encima, pero lo que nos duele es que las autoridades de Educación no han dicho nada sobre esta delicada situación, a pesar de que la misma les ha sido comunicada por diferentes vías", comentó la señora Pancha Espinosa Pérez.

Esta humilde ama de casa, al igual que los demás padres y madres de los sordomudos, apelan al presidente Leonel Fernández, para que disponga de sus buenos oficios y recupere el centro educativo.

El edificio fue levantado en unos terrenos que donó el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) a la Escuela de Sordomudos Inc., Extensión 03 Barahona, por lo que el este es un patrimonio de la entidad.
Con tecnología de Blogger.