DOMINGO ESPECIAL: ¡Glorieta, Millones, Piedras, Machete y Pueblo Organizado¡‏


El análisis de las leyes que rigen el transito de los cambios cuantitativos a los cualitativos, así como la unidad y lucha de contrarios, demuestra que la acción de ellas se traduce en un proceso infinito de desplazamiento de unos fenómenos por otros y de transformación reciproca de los contrarios. Ahora bien, ¿Existe cierta tendencia objetiva, cierto sentido en esa secesión infinita de fenómenos, en esa lucha incesante entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que nace y lo que muere? Y de existir, ¿Cuáles son las tendencias objetivas del desarrollo?


En torno a este problema han batallado y siguen batallando diversas concepciones y teorías. La lucha ha cobrado una agudeza especial con periodo ascensional del capitalismo.

 La vastedad y riqueza del patrimonio arqueológico, histórico y artístico de la nación constituye un ejemplo, quizás el más palpable, de la pluralidad cultural de una región o del país. Así, monumentos, edificios y bienes culturales de diversos órdenes ofrecen testimonios de nuestro panorama histórico, signo del rostro múltiple de la identidad nacional. De ahí que la preocupación por investigar, conservar y difundir tal patrimonio tenga una larga tradición en el país y que, desde la Independencia, haya sido un objetivo prioritario de la política cultural.

 Al analizar el transito de los cambios cuantitativos a cualitativos y la lucha de contrarios hemos visto que el desarrollo incluye, como un aspecto necesario y sujeto a leyes, la negación.  El cambio cualitativo lleva implícita la negación de la vieja cualidad: sin la negación, seria imposible el paso de una cualidad a otra.

La lucha de contrarios culmina en el triunfo de ellos, lo que entraña asimismo la negación de uno y la afirmación del otro. Por consiguiente, la negación no es factor accesorio impuesto al proceso de desarrollo desde fuera  que se halla condicionado, con fuerza de ley  por la propia esencia del devenir. La negación brota del desarrollo mismo al desdoblarse lo uno y aparecer elementos, tendencias o fuerzas, que se excluyen mutuamente, en el seno de los fenómenos y objetos. Engels señala “que la verdadera negación dialéctica consiste en la escisión en opuestos, su lucha y  su solución.”

 Hengels tenía plena razón al llamar fuerza motriz del desarrollo a la “negatividad interna”. Marx subrayo igualmente la importancia de la negación  en el devenir.  Refiriéndose a la dialéctica materialista, escribía en el capital que “en la inteligencia y explicación positiva de lo que existe abriga a la par la inteligencia de su negación, de su muerte forzosa: porque critica y revolucionaria por su esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse asustar por nada”.

 Concluyo diciendo: La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él  al testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones. Octavio Paz.

Todo el Pueblo Organizado a defender en la justicia y la calle la preservación de su patrimonio cultural.


Por manuel Olivero


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